Tranquilos que no me he vuelto loco con el titular. Al final sabréis el motivo de todo esto.
Cuando se estrenó Buscando a Nemo, allá por el año 2003, nadie se esperaba que el acontecimiento iba a ser tan fatídico para este maravilloso y bonito animal. La gente se empezó a volver loca con querer un nuevo inquilino en sus hogares a modo de pez y ya de paso tener también a sus amiguitos. Que le vamos a hacer, el ser humano demostrando que se puede ser aún más gilipollas de lo que pensábamos hasta ahora.
El caso es que sin comerlo ni beberlo los peces payaso fueron capturados indiscriminadamente y su vida comenzaba a estar totalmente amenazada. Además, los pescadores de las zonas empezaron a cambiar los peces de alimentación de toda la vida por estos peces de acuario que eran mucho más lucrativos de vender.
Y así fueron pasando los años hasta que a alguien se le ocurrió la maravillosa idea de criarlos en las zonas de donde son oriundos , Nueva Guinea por ejemplo, y así no esquilmar los propios arrecifes.
Pasados todos estos años, personalmente puedo constatar que gracias a la afición de muchas personas ( acuariófilos ), el tema está bastante controlado gracias a dios.
Pero claro, no penséis que fue el primer caso que se dio como este de Buscando a Nemo. Muchos años atrás y debido al estreno de la mítica Tiburón de Steven Spielberg, sucedió lo mismo.
El caso de Tiburón
En el año 1973 Peter Benchley estaba escribiendo una novela donde un gran escualo hacía cundir el pánico en la aguas poco profundas de la localidad de Amity Island ( Matha´s Vineyard es su nombre real ) Se basó en los míticos ataques de 1916 que podéis leer aquí.
En su momento Benchley vendió los derechos de la obra para hacer la adaptación en forma de película y aquí el ser humano volvió a demostrar que cerebro tenía y tiene poco. Los tiburones, en especial el blanco, fueron literalmente eliminados de las aguas en forma de trofeo y con la excusa del famoso … por si acaso. Por cierto, me alegro de que Spielberg no fuera tan fiel a la novela porque entonces no tendríamos tiburones en nuestras aguas.
Con todo esto, Peter Benchley, horrorizado con lo que su novela había conseguido, decidió aportar toda su experiencia para la de protección de estos maravillosos animales.
En el año 1990 fue incluida en la Lista roja de especies amenazadas de la UICN y en el 1996 se la consideró vulnerable y se protegió.
Y como no hay dos sin tres, el ser humano puede cometer el mismo error nuevamente en el año 2016.
Buscando a Dory
Ya estamos enfrascados en la producción de la película Buscando a Dory y mucho me temo que podemos volver a tener el mismo problema que las dos otras veces.
En este caso la protagonista será Dory, un pez cirujano azul, y además podemos decir que desgraciadamente este pececillo es más complicado de criar que el pez payaso, lo que casi con toda seguridad nos llevará a esquilmar la fauna nuevamente.
Quisiera que este post sirviera para que la gente no se volviera loca por adquirir uno de estos peces cirujano y que pruebe con otra especie mucho menos complicada de mantener y criar puesto que las hay a cientos. Así pues , no os volváis locos en el 2016.
Hata pronto